Argentina ha dado una clara y decida señal de ingreso al concierto de las Redes Avanzadas mediante su conexión a RedCLARA. La Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la República Argentina, liderada por el Ingeniero Tulio Abel del Bono, ha sido el organismo que ha impulsado la reconexión del país a la red avanzada latinoamericana.
DeCLARA quiso conocer la importancia que el Gobierno Argentino le otorga a nuestras redes, el valor que le otorga a RedCLARA y la posibilidad que ésta brinda de cooperación con Europa en materias de Tecnologías para la Sociedad de la Información (IST), y los planes a futuro del Gobierno en estas materias, para ello entrevistamos al Secretario del Bono y las siguientes líneas son el resultado de dicho trabajo. María José López Pourailly
El Producto Interno Bruto, con un financiamiento asegurado hasta el 2010, tiene como meta llegar a esa fecha invirtiendo el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) argentino en ciencia, tecnología e innovación.
¿Será este sólo un esfuerzo del Estado o ya se está trabajando con la Industria y la Academia para producir las articulaciones necesarias tendientes a multiplicar dicha inversión e impulsar el desarrollo en ciencia, tecnología e innovación en Argentina?
En el 2003 iniciamos la gestión con un 0,38% del PBI de inversión en Ciencia y Tecnología. De ese 038% correspondió 70% al Estado y 30% al sector privado, en 2006 la inversión se repartió 60% Estado, 40% sector privado, y para el 2010 esperamos llegar a que la inversión se reparta en 50% para cada sector. En 4 años el país logró duplicar la inversión con relación a un PBI que a su vez ha aumentado en el orden del 8% anual acumulativo. No solamente crecemos acompañando ese incremento: le estamos ganando la carrera al PBI.
Nuestra responsabilidad es hacer que el apoyo a la ciencia y la tecnología sea una política de Estado, asumida por la sociedad como una cuestión estratégica, que hace al presente y al futuro del país.
No tenemos en la Argentina una tradición del sector privado de hacer inversiones en I+D. Eso se debe a que durante largos años, hubo políticas sólo de corto plazo o simplemente desincentivadoras de la creación de valor con el conocimiento. Los vaivenes e incertidumbres que ha sufrido el sector lo volvieron en cierta forma conservador, pero además el crecimiento, al arrancar de una profunda crisis, implicó primero satisfacer demandas de bienes y servicios tradicionales con capacidades instaladas. No obstante, hoy tenemos una inversión privada de alrededor de 0,16 % del PBI, que equivale a lo que fue en 2001 el total de la inversión. Los proyectos FONTAR se multiplicaron; el nuevo tramo del BID por 280 millones de U$S comprende promoción a los clusters, al software, a los parques y polos tecnológicos, a las patentes, a la calificación ambiental, etc, y el FONSOFT que administra los recursos establecidos por la Ley del Software.
También impulsamos nuestro programa CREAR-CYT y el privado FinanTIC, porque para fortalecer un sistema nacional de innovación productiva es más que importante contar con un activo mercado de capital de riesgo.
También nos encontramos articulando con el conjunto de organismos de CyT, que tradicionalmente padecían un alto grado de fragmentación, estamos en un esfuerzo compartido para lograr constituir un verdadero Sistema Nacional de Innovación, como se demuestra en las políticas de ciencia y tecnología, impulsadas desde el GACTEC, Gabinete Científico Tecnológico Nacional, que reúne a los ministros con incumbencias en la esfera CyT; para la integración resultante de instituciones del conocimiento es una fortaleza disponer de las redes avanzadas, y ese sentido de herramienta fundamental es el que encarna la NREN argentina.
¿Cuál es la ruta que se ha trazado la Argentina para, en términos productivos, beneficiarse de las innovaciones en ciencia y tecnología?
El lema de nuestra gestión es "el conocimiento al servicio del bien común" y es la síntesis del proyecto que nos encomendó el Presidente de la Nación y el Ministro de Educación cuando asumimos. Por ello trabajamos desde el principio en orientar hacia los problemas del país la enorme capacidad de nuestros investigadores y tecnólogos. Atendemos las demandas productivas de distintos sectores, que se traducen en proyectos que se financian. Tenemos a su vez una perspectiva muy federal, para intentar equilibrar las asimetrías regionales. El Plan Bicentenario obtiene las áreas del conocimiento a enfatizar, en particular el notable rol que ocupan las tecnologías de la sociedad de la información, por demás previsible. Porque es precisamente en las IST (Tecnologías para la Sociedad de la Información) que un mes atrás el Presidente de la Nación firmó el decreto de creación de la Fundación Manuel Sadosky, que impulsará la investigación aplicada en las IST, con participación de representantes de los ministerios de Educación y Economía, las cámaras empresarias ¦5¦ y ¦6¦, universidades nacionales, organismos de ciencia y tecnología, como así también universidades y empresas privadas, ONGs, y personalidades del sector. Va a apoyar el desarrollo en la industria del software, electrónica y comunicaciones, gestionar centros de excelencia y vincular con el sector productivo, orientada a la competitividad. El Ministro Daniel Filmus afirmó que esta fundación marcará el rumbo a todo el sistema CTI y será un centro de referencia con visibilidad internacional, pasando de un esquema productivo implementador a otro productor.
¿De qué modo se inserta la conexión de Argentina a RedCLARA en el marco del Plan Bicentenario?
El Plan Bicentenario resume los resultados de un estudio que nos indica qué debemos hacer desde la oferta CTI para el desarrollo del país. Todas las áreas problema-oportunidad pasan por las IST. Por eso, el acceso de las instituciones al uso de recursos avanzados de conectividad con protocolos actualizados, inaccesibles desde redes masivas y aun desde sofisticadas redes corporativas comerciales, es una manera de satisfacer algunas de las necesidades del complejo y vasto espectro que requiere de nuestras decisiones y comprende el plan mencionado.
¿Cuál es la relevancia que su gobierno le otorga a RedCLARA y a las Redes Avanzadas; qué beneficios inmediatos y futuros avizora que su nación podría obtener de este enlace, por ejemplo, en materia de Tecnologías para la Sociedad de la Información (IST) en cooperación con Europa?
En primer lugar, tener la seguridad de que se va a brindar el uso de los mismos recursos que disponen los investigadores y tecnólogos de los países europeos y, a la vez, la expectativa de que será una red administrada de tal manera que irá migrando hacia versiones que surjan de la evolución de las generaciones tecnológicas, en oposición a los esfuerzos en tecnologías que van quedando obsoletas, o que nos llegan cuando ya no son primicia en el mundo que las desarrolla. Eso podría permitir que en materia de tecnologías para la sociedad de la información, nuestro beneficio sea parejo con Europa y con desarrollo garantizado.
Desde su perspectiva, ¿qué relevancia le otorga a la participación de su país y de las naciones latinoamericanas en los proyectos europeos IST? ¿Cuál es la importancia de unirse, en términos de investigación, con Europa?
Tanto @LIS, como otros canales de cooperación IST europeos son fundamentales para nuestros países. Es más, en diciembre pasado inauguramos una Oficina de Enlace en la SeCyT para la Cooperación con la UE. La SeCyT es una institución con intensa actividad de cooperación, y particularmente con Europa. En esta cuestión, más que intereses comunes lo que hay que tener es historia y cultura común, y esto es lo que nos une con Europa. Cuando se tiene historia común y cultura común es más fácil construir futuros comunes.
Argentina es uno de los países latinoamericanos que más ha participado, junto a Brasil y Méjico, en las actividades de los sucesivos Programas Marco de Investigación. La participación argentina se remonta a 1986. Desde esa fecha hasta la actualidad se han financiado más de 222 proyectos de cooperación científica en los que participaron instituciones argentinas, con un monto global de contribución comunitaria de alrededor de 221 millones de Euros.
Asimismo, la integración europea es todo un icono para la regionalización representada por el MERCOSUR. Una de nuestras líneas de acción en el mercado común del sur son los proyectos UE-Mercosur. Además, es intensa la cooperación bilateral, con España, Italia, Alemania, etc. Pero sin entrar en las líneas país a país y, asimismo, mirando más allá de las acciones de los Programas Marco, en la amplia y diversificada cooperación entre la Unión Europea y la Argentina en el sector científico y tecnológico, se destacan los siguientes proyectos:
I) un programa regional MERCOSUR en el ámbito de la Biotecnología que está siendo ejecutado por la SECYT Argentina.
II) el programa @LIS de cooperación científica y tecnológica, prorrogado a 2008, para salvar las brechas y contribuir precisamente a la utilización de las tecnologías de la información y las comunicaciones en la ciencia de América Latina. Ha creado esta RedCLARA que hoy nos convoca, primera red latinoamericana de educación e investigación que interconecta las diferentes redes nacionales de investigación en América Latina y - a su vez - se conecta a la red de investigación paneuropea GÉANT.
¿Cuál considera usted que debiera ser la ruta que siga la red nacional argentina de investigación y educación (NREN) en el escenario global de las Redes Avanzadas?
La infraestructura de IST es esencial para la participación de los investigadores de nuestros países en la generación mundial de conocimiento. Las herramientas computacionales han sido desde siempre prioritarias en la investigación y para la satisfacción de las demandas sociales con ella. Argentina tiene tres Premios Nobel científicos y, de alguna manera, los tres se han apoyado en herramientas de secuenciación, sistematización e información. Esto se multiplica hoy porque investigan equipos numerosos, se coopera a distancia y se requieren grandes prestaciones. Ya no hay demanda de conocimiento que pueda prescindir de las IST.
Pero además, en otro orden de cosas, nuestros países entraron inicialmente a las redes de modo tan periférico que nodos geográficamente cercanos se comunicaban entre si a través de enlaces de universidades del extranjero. Para las instituciones argentinas de Ciencia y Tecnología nos interesa una NREN que tenga intensos y frecuentemente activos enlaces internos, regionales y externos, y esto, en el escenario de las Redes Avanzadas, sería la imagen tecnológica de un Sistema Nacional de Innovación fuerte, integrado y enlazado en su región y con el mundo.
El establecimiento de una relación directa con los gobiernos y ministerios de ciencia y tecnología de los países latinoamericanos, en lo que respecta a la importancia que debieran otorgarle a la Red Avanzada latinoamericana, ha sido dificultoso. Tal parece que no hemos sido eficientes en transmitir y evidenciar los beneficios que esta red ya le reporta y le reportará a cada una de las naciones conectadas a RedCLARA, y a la región en su conjunto. Desde su posición y a partir de su experiencia, ¿por qué una nación de la América Latina debiese apostar por esta red?
Bien, los países latinoamericanos hemos tenido estos problemas de fragmentación, de políticas dispersas, de no beneficiarnos de recursos comunes. Los esfuerzos que demanda la armonización de la vida regional en el MERCOSUR dan una medida tanto de la posibilidad cierta como de la dificultad de las políticas comunes. Asimismo, las instituciones educativas beneficiarias no están suficientemente comunicadas con los gobiernos o no se explicitan detalladamente los proyectos de soluciones mancomunadas. Una nación latinoamericana que contase o quisiese contar con lazos integradores constituidos dentro del sector CTI y a la vez, en cooperación con los SNI de los otros países latinoamericanos, y en creciente ejercicio de la capacidad de llevar a cabo proyectos importantes con instituciones de países de su propia región y con otras de Europa y el mundo, debiera apostar enfáticamente por esta red.
La Comisión Europea ha extendido el plazo del Proyecto ALICE, que da vida a nuestra RedCLARA, hasta marzo de 2008. Sin duda, esta es una muy buena señal, no sólo para la continuidad de RedCLARA en materia de sustentabilidad, sino política. ¿Cómo debieran responder los gobiernos latinoamericanos y las redes nacionales conectadas a RedCLARA a esta señal?
Sin duda, esta señal promueve el aprovechamiento de la inversión efectuada por parte de las organizaciones beneficiarias, para satisfacción de los gobiernos y de las redes participantes del esfuerzo en esta iniciativa.
¿Considera necesaria la continuidad en el tiempo de RedCLARA? ¿Qué hará el gobierno argentino, mediante su ministerio, para asegurar dicha continuidad; cuál es el compromiso gubernamental con esta red y cómo desean que éste se vea expresado hacia la Comisión Europea?
Nuestro compromiso con el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación abarca todos los medios para su fortaleza y desarrollo hacia los objetivos que nos trazamos. Asimismo, es un placer continuar con la intensa cooperación con la Comisión Europea que nos ha caracterizado. Las IST nos dan muchas satisfacciones, tenemos un sector privado de desarrollo de software muy activo, y un hervidero de aplicaciones industriales y agropecuarias basadas en la computación. Sin lugar a dudas, la cooperación plasmada en el Proyecto ALICE y la RedCLARA es un punto promisorio para el fortalecimiento de las instituciones académicas.